
Dicen por ahí que ir a la Gran Vía madrileña es terapéutico; y es cierto. Cuando estás en este lugar te sientes como un ser insignificante entre otros tantos, y con tanto
tráfico mental no puedes ni escucharte.Eres uno más y pasas desapercibido entre la
fauna humana que allí se congrega.
Cuando miro imágenes como estas de Madrid,me doy cuenta de la importancia que tienen y de lo que significan cada uno de estos
cachitos para mí.
Madrid es de esas pocas ciudades en las que tengo que ir con los
cinco sentidos en alerta para adaptarme a su ritmo, porque
esta ciudad se mueve.Y puedo quedarme sentada mirando cómo
se mueve, o moverme con Madrid y sentir que es
solo mío.

No puedo imaginarme una vida sin ver estos
cachitos de vez en cuando,no quiero soñarlos,ni quiero que me los cuenten, quiero seguir viéndolos porque
me dan la vida (
ya dicen que los pequeños placeres son los que conforman la vida cada día.) Espero que mis ojos continuen haciendo de intermediarios para que mi corazón no se olvide de Madrid.
Madrid, Madrid, Madrid,pedazo de la España en que nací.
Que entrada mas bonita..
ResponderEliminarcuando estas fuera de tu ciudad sientes una morriña grandisima.
repito,muy bonita esta entrada :D
Y no he salido del pais/ciudad como para tener morriña aun! no quiero ni imaginarmelo cuando salga! jajaja
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