lunes, 19 de mayo de 2014

Silencios que hablan

Siempre me gustó ver el Mundo a través de sus ojos porque tenía una
manera diferente de ver la vida. A veces no le hacía falta pronunciar palabra
para hablar conmigo y entendernos.
Discutíamos mucho y en ocasiones nos dijimos palabras feas, pero al poco tiempo
nos dedicábamos miradas que ansiosas pedían la tregua.
Había una especie de frontera incapaz de ser rebasada por un "lo siento", quizás porque ambos derrochábamos orgullo por cada poro de nuestra piel. Pero había un brillo en sus ojos que hacía tambalear la estabilidad de mi entereza y, por qué no decirlo, de mi cabezonería.
Cuántas palabras nos dijimos a lo largo de nuestra vida que ahora soy incapaz de recordar ni una tan siquiera. Solo recuerdo aquellas conversaciones que manteníamos cara a cara y en silencio. A veces acompañada de una caricia tímida en las manos. Así éramos y así te recuerdo.
Aquellos ojos comúnmente marrones han sido los más bonitos que pude ver jamás porque me miraron como ningunos otros lo han hecho nunca.
A día de hoy sigo manteniendo que nuestras mejores conversaciones las mantuvimos sin elevar la voz,o traducido a M.Benedetti "nuestro mejor diálogo ha sido el de las miradas." 

Te quiero.

miércoles, 30 de abril de 2014

Tiempo y azar.

Siempre desconfié del tiempo y de su doble moral; de su velocidad que se empeña en agotar los buenos momentos que deseo saborear y alarga aquellos agrios y amargos como si de una carretera mal asfaltada se tratase.
Tiempo que en cuestión de segundos -o lo que dura un abrir y cerrar de ojos- me obligase a reflexionar sobre si hace tanto calor como para pedir un café con hielo que tanto extraña a los italianos, o que acabe cometiendo un leve desliz y pida otra bebida que no sea mi favorita.
Es curioso porque esto me pasa siempre con alguien , aunque no precisamente por el tiempo. Y es una lástima que una no pueda elegir a las personas a la carta para que formen parte de su menú diario de manera incondicional. Sería lo ideal.
El tiempo y su doble moral...el tiempo y su azar. Este azar que me tiene perdida absolutamente,dando vueltas en el mismo circulo y andando con paso firme, aun sin saber realmente a dónde me dirijo. Es la historia de siempre, en la que acabo en el mismo punto de partida de siempre.

lunes, 2 de diciembre de 2013

La ciudad de los contrastes

Madrid es la ciudad de los contrastes, de la riqueza y la pobreza en la misma acera.
Donde pagamos por ver arte cuando lo hay en cualquier parte.
Donde parejas de jóvenes y viejos se hacen caricias sin complejos.
Madrid es la ciudad de los contrastes,
donde unos llegan y otros parten.
Donde el uso del transporte por nativos y extranjeros, hacen del metro un país de pasajeros.
Quizás sea el destino, quizás otro motivo,pero se que te enamoraste de la ciudad de los contrastes.

lunes, 21 de octubre de 2013

Punto y final.

A veces hay que saber cuándo poner punto y final. 

Es una de las frases que más suelo repetirme y no acabo de cumplir. O lo que es lo mismo, no siempre da buen resultado intentar poner de acuerdo al corazón y la razón porque lo más probable es que cada uno quiera salirse con la suya.
Intentamos valernos de la experiencia pasada para cumplir con las expectativas del futuro. Somos así de pretenciosos,nos creemos lo suficientemente sabios como para construir una férrea (pero delgada) línea que separa el pasado del futuro y nosotros solos nos dejamos arrastrar hasta la deriva. Somos los navegantes de nuestro propio barco,de esa vida en la que improvisamos y acabamos naufragando.

Todo tiene un comienzo,sí. Pero también un punto y final, ese que muchas veces no sabemos dónde poner y acabamos cometiendo los mayores errores ortográficos de nuestra vida.
Pienso que todo se conforma en una cadena de porqués que no siempre tienden a coincidir y no solemos entender hasta pasado un tiempo. Por ello es importante ver qué y cómo estamos improvisando en esta vida, porque como dije al principio: A veces hay que saber poner punto y final...


martes, 8 de octubre de 2013

Esos días...

Llegan esos días de café y apuntes en mano,donde los pequeños placeres (mis placeres) se aplazan para mejores tiempos. Quién sabe cuándo.
Nunca acabo de saborear estos últimos sorbos de libertad,esos que me dan la vida y no quiero que se vayan nunca.
Nuevos horarios,nueva vida. Atrás quedan las largas siestas y las tardes bajo el ventilador sin ninguna preocupación que ataque a la mente.
Vuelve la rutina incesante,esa que intento contemplar a través de las torres de apuntes que se agolpan en la ventana,esa que me distrae con suma facilidad, esa que encuentro apasionante y no entiendo bien por qué.
Llegan esos días locos con el tiempo milimetrado y en donde la lectura,la música y el ocio no tienen cabida.
Me resigno,que pasen ya.

martes, 24 de septiembre de 2013

Tiempo de Otoño.

El Otoño se hace notar y mi vida empieza a cobrar un poco de sentido. Las grandes prisas, la gente corriendo y esquivándose entre sí por el gran asfalto madrileño siempre fueron para mí.
Otoño sinsentido para unos y un sinfín de oportunidades para mi.

Recorro cada centímetro de esta gran ciudad con la ilusión de encontrar la luz al final de esa larga y estrecha calle que ya me vio pasar una y mil veces. En busca de ese rayo de Sol que se abre paso entre las nubes y las mustias hojas de color marrón luchando,en vano, por mantenerse en lo más alto.

Soy una optimista,lo sé. Pienso que Madrid es la ciudad de las oportunidades y que ahí está la mia, fuera de esas calles que ya recorrí doscientas mil veces para devolverme los pedacitos de vida que un día fueron mios.

domingo, 30 de junio de 2013

Y son los sueños, que se me pegan en la piel.

Siempre he dicho que los sueños son aun más traicioneros que los recuerdos porque, a pesar de no ser realidad, revelan los anhelos más profundos de nuestro corazón. Puedes acallarlos,taparlos e incluso ignorarlos por el día, pero por la noche esos sueños,tus sueños, te dominan por completo mostrando lo que el corazón calla el resto del día.
¿Nunca habéis soñado con volver a reencontraros con un ser querido?, ¿con una amiga con la que dejaste de hablar por una tontería? o ¿ con lo feliz que serías por tener a tu lado a esa persona que dejaste escapar pero que jamás abandonó tu corazón?. Los sueños duelen porque a la mañana siguiente eres consciente de que no se harán realidad. Que se esfuman pero dejan huella durante la noche.
Y son esos sueños de agua salada los que se me pegan a la piel porque jamás se harán realidad.