manera diferente de ver la vida. A veces no le hacía falta pronunciar palabra
para hablar conmigo y entendernos.
Discutíamos mucho y en ocasiones nos dijimos palabras feas, pero al poco tiempo
nos dedicábamos miradas que ansiosas pedían la tregua.

Cuántas palabras nos dijimos a lo largo de nuestra vida que ahora soy incapaz de recordar ni una tan siquiera. Solo recuerdo aquellas conversaciones que manteníamos cara a cara y en silencio. A veces acompañada de una caricia tímida en las manos. Así éramos y así te recuerdo.
Aquellos ojos comúnmente marrones han sido los más bonitos que pude ver jamás porque me miraron como ningunos otros lo han hecho nunca.
A día de hoy sigo manteniendo que nuestras mejores conversaciones las mantuvimos sin elevar la voz,o traducido a M.Benedetti "nuestro mejor diálogo ha sido el de las miradas."
Te quiero.