lunes, 16 de julio de 2012

Recuerdos

Siempre habrá algo que nos arruine la vida. Todo depende de qué o cúal nos encuentre primero. Siempre estamos listos para ser arrastrados.
Pero hasta que eso llegue,hagamos de nuestra vida una historia que merezca la pena recordar.
La vida es como un tren que no se detiene,que avanza cada vez más rápido,más de lo que creemos. Y sin darnos cuenta llegamos a nuestra parada, a nuestro destino final.

Casi toda nuestra vida son imágenes que pasan ante nosotros como los trenes en las ciudades pero en algún momento nos detenemos. Quizás porque ese instante no es solo una imagen más, sino un momento del trayecto de nuestra vida que recordaremos para siempre.
He escuchado por ahí que la vida la conforman los pequeños detalles. Y es cierto. Si detenemos esas imágenes que pasan velozmente ante nuestra mirada, nos daremos cuenta que no hace falta hacer algo grande para ser recordados como personas grandes. A veces algo tan pequeño como una sonrísa,una mirada o un simple gesto a alguien que nos importa puede significar algo grande.
No busco ni deseo un hecho en sí por el que todos me recuerden, porque aportar a cada persona algo diferente tiene aun más mérito que lo primero. Porque si sabemos marcar nuestras huellas en otra persona, nunca nos habremos ido de la vida.
Tener esa sensación de felicidad inmensa por la simple presencia de alguien, por su sonrísa o por su manera de hablar no es comparable a ninguna otra cosa que pueda hacer...

Como decía en las primera líneas,siempre habrá algo que nos arruine la vida. Siempre tendremos remordimientos por lo vivido,por lo dicho. Pero ¿y qué más da si van acompañados de buenos recuerdos? quedémonos con los remordimientos si van acompañados de buenos recuerdos.

jueves, 12 de julio de 2012

Hasta cuándo

Aquí estoy de vuelta con la misma pregunta de hace unos meses: ¿Hasta cuándo?
¿Hasta cuándo el camino dejará de ser escarpado? Nos enfrentamos a él con más o menos decisión pero eso no nos exime de la dificultad que conlleva atravesarlo.
Tenemos esa sensación de vacío donde solamente nosotros solos podemos avanzar en un terreno en que un paso en falso se paga caro.

Antes de seguir avanzando por el camino,decidí qué es lo que quería en mi vida y qué no (y a quiénes también). Vamos avanzando a la par que dejamos,recuperamos y encontramos personas que harán de nuestro camino un terreno más accesible aunque no nos demos cuenta en ese mismo instante.
Seguro que coincidís conmigo en pensar que recuperar a una persona es mucho más difícil,lento y agotador que perderla. ¿Verdad?  Pero eso no quiere decir que no sea posible recuperarla.
Hay que aprender de los errores pasados pero sin arrepentirnos del pasado,porque si sucedió es por algo.
El destino,que es muy retorcido,quizás decidió que debía perder a esa persona para depararme algo mucho más fuerte y más intenso después de cuatro años. A lo mejor soy una ilusa en creer eso,pero si no nos marcamos metas,sueños e ilusiones,probablemente seamos unos infelices en lo que nos queda de vida.
No quiero decir con esto que nuestra felicidad dependa de una sola persona,pero hay gente que,sin esperartelo, toca tu alma y no puedes olvidarla por mucho que pasen los años.
Estoy segura que teniéndola a ella, mi camino en la vida puede ser todo lo escarpado,fanganoso u hostil que queráis pero será más llevadero.
¿Hasta cuándo?....pues por suerte solo depende de nosotros pero el orgullo nos ciega y nos bloquea. Ya está bien después de cuatro años...
Pensad que solo nosotros y las decisiones que tomamos forjan nuestro camino. Luchad,pelead por lo que queráis aunque no sea tarea sencilla. Aunque cueste más de un lloro o un disgusto.
Como suelo decir,con los ojos húmedos pero con el alma fuerte se consigue todo.